Uyuni: Retienen y golpean a un comunario por denunciar avasallamiento minero
Boletín 4. En este número, además, te traemos un artículo de Carolina Aliaga: "Una tarea pendiente, la homo-les-bi-trans-fobia intrafamiliar".
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Temario:
Uyuni: Retienen y golpean a un comunario por denunciar avasallamiento minero
¿Qué es un defensor de derechos?
Una tarea pendiente, la homo-les-bi-trans-fobia intrafamiliar
Comunicado APDHB: La verdad nos hace libres
Tres notas destacadas del periódico digital Sumando Voces
Uyuni: Retienen y golpean a un comunario por denunciar avasallamiento minero
Jacobo Copa es un agricultor de 40 años oriundo del ayllu Cala Cala del municipio de Uyuni, en Potosí. Es conocido por su labor de guía turístico, pero también por ser portavoz de su comunidad, labor que le valió ser retenido y agredido físicamente, luego de denunciar que una cooperativa minera avasalló sus tierras de manera ilegal, pese a que ese sector es reserva fiscal.
El hecho ocurrió el pasado 13 de marzo. Copa, conocido también como “Qhapaq Ñan”, fue retenido por tres comunarios del distrito indígena de Coroma, bajo el argumento de que había sido denunciado por pintar piedras en los límites territoriales de Coroma y Cala Cala.
El conflicto entre Cala Cala y Coroma data de años atrás. Según Copa, su comunidad denunció el avasallamiento de tierras de parte de la cooperativa minera Huarimarca (cuyos socios son comunarios y autoridades indígenas de Coroma), específicamente en la Meseta de los Frailes, la cual está declarada como reserva fiscal, según una carta de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) que tramitó el ayllu Cala Cala en 2019.
Pese a este problema limítrofe, Copa denunció que esta cooperativa abrió una red caminera, se instaló en el lugar y comenzó a explotar mineral de manera ilegal, sin la consulta y permiso de los comunarios de Cala Cala. Este hecho, mencionó, se viene desarrollando desde hace varios años, pese a las observaciones de la AJAM.
“A mí me fastidió de sobremanera este avasallamiento y comencé a divulgar todo por redes sociales (…). Un día, cuando yo estaba recorriendo con mi ganado veo pintado un lugar donde ellos pusieron ‘terreno de la familia Flores’ y no hice nada, avancé un poco más y en otro lugar pintado de igual manera, entonces me vino una impotencia y lo volví a pintar en otra roca, en tres sectores y ellos lo vieron mal”, relató Copa en entrevista con el Observatorio de Defensores de Derechos de UNITAS.
Producto del pintado, es que ese 13 de marzo, comunarios de Coroma decidieron buscar y retener a Copa. “Yo me he resistido y el alcalde de mando se entró a mi domicilio particular y me dijeron que me tenían que conducir sí o sí a Coroma, entonces yo me resistí y me escapé. Estaba con chinelas y me pillaron en el río y allí me han torturado, y aun así me zafé de los tres, se me salió mi ropa y yo he vuelto a escapar, ya estaba sin chinelas. He pisado una piedra y me lastimé el pie y caí en medio de unas rocas, terminé donde una leña y ahí estaba yo sangrando como una hora. Me quitaron el celular. Me han pegado con chicote, yo no soy delincuente y me han torturado entre tres personas”, denunció.
Pese a haberse resistido, Copa fue llevado a Coroma, luego de varias horas y de exigir que lo atendiera un médico, lo llevaron donde uno que lo atendió, y después lo trasladaron a un depósito, donde tuvo que dormir hasta el día siguiente, cuando se desarrolló un encuentro con autoridades indígenas de Coroma a fin de clarificar lo ocurrido. Del encuentro se elevó un acta en el que se le ordena, entre otras determinaciones, borrar lo pintado en las piedras y no publicar estos hechos en redes sociales.
Tres días después, Copa acudió a un médico forense –que le otorgó seis días de impedimento– e interpuso una denuncia por lesiones gravísimas, privación de libertad y retención indebida ante la Fiscalía de Uyuni. Actualmente busca apoyo para tener garantías de retorno a su comunidad, debido a que, según su denuncia, sufre amenazas por haber acudido a la justicia ordinaria.
¿Qué es un defensor de derechos?
Los defensores son individuos, grupos e instituciones que promueven o procuran la realización efectiva de Derechos Humanos y libertades fundamentales. Son esenciales para la vigencia de la democracia y las políticas de mejora de las condiciones sociales, y económicas. El trabajo de promoción y protección que realizan las y los defensores les coloca en una situación de vulnerabilidad y alto riesgo frente a los intereses estatales y privados.
Una tarea pendiente, la homo-les-bi-trans-fobia intrafamiliar
Bolivia es uno de los pocos Estados que dentro de su Constitución y de manera explícita, concibe la prohibición de toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, orientación sexual e identidad de género. Sin embargo, cada día somos testigos o escuchamos de alguna vulneración, acto de discriminación o crimen de odio cometidos contra alguna persona de la población LGBTI. Mediáticamente muy pocos de estos casos son conocidos, y un porcentaje más bajo son denunciados, esto por la baja respuesta de los / las operadores de justicia, y también porque lamentablemente un porcentaje mínimo obtiene justicia. Entre 2008 y 2020, 20 personas trans fueron asesinadas, (información de casos que han sido mediáticamente conocidos), la mayoría de los casos permanecen impunes y solo uno obtuvo una sentencia de 30 años.
Comprendemos la homo, les, bi, trans fobia como el miedo, la aversión, la desconfianza y el odio por aquellos que no actúan en conformidad con lo que está social y culturalmente asignado a sus cuerpos biológicos. Convirtiéndose en regulador de la sexualidad y manteniendo la "normatividad" heterosexual.
De esta manera la familia, como principal lugar de socialización y educación, es el espacio social donde las personas encuentran los primeros y principales recursos para desarrollar su futura personalidad. Se forja como el mayor factor de protección para el individuo, si funciona correctamente, o se puede convertir en uno de sus mayores factores de riesgo, si no lo hace.
Siendo la familia uno de los espacios más importantes para la vida de una persona, juega un papel relevante en la formación de la identidad de cada une de nosotres. En este sentido, dentro de los aspectos configuradores de la personalidad y de la identidad del individuo están tanto la orientación sexual, como la identidad de género.
Las reacciones de los padres y madres frente a la revelación de la orientación sexual o identidad de género de su hijo, hija o hije son muy distintas, y cada conjunto de reacciones debe de ser evaluado por separado de acuerdo con la calidad del vínculo entre padres / madres-hijo (a) (e) y de los sentimientos que afectan a los miembros de una familia (es decir, la relación entre los hermanos, los vínculos religiosos, morales, de la tradición, la autonomía y la elección individual, por ejemplo).
Las consecuencias en las que las personas de las diversidades sexuales y genéricas caen en el contexto familiar pueden comenzar por “pequeños maltratos, por ejemplo llamarlos por el nombre con el que no se identifican, referirse a elles con el género asignado según su sexo biológico no respetando así su identidad de género, con niveles de exclusión inconstantes, no permitir su participación en reuniones, excluyendo a sus parejas, negando su orientación ante la familia, llegando a ataques violentos que deforman la vida de las personas, o incluso crueldades directas e indirectas. Estos se presentan en diferentes grados en las diferentes familias, dependiendo también del grado de fobia dentro de los miembros.
Consecuentemente y para cumplir con las condiciones de la heteronormatividad, las familias hacen un gran esfuerzo para que sus hijos, hijas e hijes se “vuelvan” heterosexuales y se adecuen a las representaciones de género correspondientes a su sexo biológico. Sin embargo, la expresión de la homo, les, bi, transfobia familiar va en dirección opuesta a la necesidad de aceptación familiar. Frecuentemente, muchas personas de las diversidades sexuales y genéricas se alejan de su familia al conquistar su independencia económica. Pero, también, es usual que sigan teniendo mucho apego a su familia debido a la ilusión de que existen “vínculos de amor naturales”, pero, en realidad, casi siempre, estos “vínculos de amor naturales” se transforman en vínculos de opresión o en acciones de tolerar, sin aceptar verdaderamente, y llevarán a la indiferencia.
El impacto de la homofobia familiar en las personas LGBTI va a depender de los sistemas de apoyo y contención a los que la víctima de estos actos de violencia tiene acceso (otros miembros de la familia, amigos, personas de la población LGBTI, auxilio profesional, acceso a información que presenten la diversidad sexual y genérica de modo positivo, etc.), o sea, que faciliten intervenciones activas en la discriminación que sufrió, generar el sentimiento de que es respetado, aceptade, apoyade y que cuenta con soporte y afecto.
Cuando los padres y / o madres no respetan la autonomía y las decisiones de sus hijes, en general, tienden a evitarles, a excluirles y a agredirles, es decir, todo lo que va en contra de la creación de una familia integrada, dicho conocimiento va a producir en ellos casi siempre una reacción negativa y una desorganización de sentimientos: de culpa, fracaso, de ira, de vergüenza, de frustración o de duelo y rebeldía se sucederán haciéndoles caer en una espiral absurda de desencanto y desesperanza. Incluso, los padres suelen pasar por una serie de fases para la asimilación de la realidad sexual de sus hijes. Se definen como fases de choque, negación, sentimiento de culpa, la expresión de sentimientos, la decisión personal.
Muchas familias mantienen comportamientos que fomentan la discriminación contra la diversidad sexo-genérica. Sigue siendo un problema decirlo, no nos educaron para tener hijes gays, lesbianas o trans, aún hay situaciones en que los padres someten a sus hijos a tratamientos o terapias porque creen que tienen una enfermedad que se puede corregir. En el intento de modificar la orientación sexual o la identidad de género de les hijes, “hay incluso situaciones de violencia”, y así la familia, “que debería ser un lugar de contención en situaciones de discriminación, se convierte en el primer lugar de exclusión”.
Mientras como familias no seamos capaces de practicar el amor incondicional y el respeto como valores y principios para con quienes conforman nuestra familia, muy difícilmente cambiaremos al mundo y la sociedad, ni conseguiremos lugares seguros, personas más empáticas, mucho menos conseguiremos la libertad para todes, mientras no brindemos amor y seguridad a nuestros hijes, no podemos pretender que sean personas plenas y felices, que tengan la fortaleza para luchar contra todas las adversidades que se les presenten, mientras no seamos capaces de reconocer y aceptar que nuestros hijes son competentes para amar, sentir y vivir su felicidad no nos aseguramos de que vivan vidas plenas y compartan sus vidas en relaciones de amor y respeto. Es por esto por lo que la familia es la base de la identidad, es la base del amor, la comprensión y el respeto, el primer círculo donde aprendemos a relacionarnos y respetarnos, y es por eso por lo que las familias deberían buscar información y vivir en la práctica del amor, el respeto y la empatía.
Este es un artículo de Carolina Vanessa Aliaga Calderón, extraído del boletín Forjando Caminos de Adesproc Libertad.
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